lunes, 1 de junio de 2009

El tipo

A todas las que aprendimos que el azul destiñe y a los príncipes que todavía andan sueltos por ahí.

1 El tipo teje. Como la araña esa del rincón del living, que se instaló ahí vaya a saber cuándo y nunca llama tanto la atención como para rajarla, el tipo se subió un día a un rincón de tu vida y ahí está. Observa y teje. Mientras, vos te cruzás con sicopatones que aceleran hasta estrellarse contra la pared, con narcisos que no dejan de seducir ni a las plantas de interior de la oficina, con niños que más que mujeres quieren una señora de delantal que les alcance los juguetes, con histéricos que todavía no averiguaron si por lo menos se quieren a ellos mismos y con retardados que envolvieron sus emociones bien apretaditas en papel film y las metieron en un freezer. El tipo mientras tanto avanza por el cielorraso como tu compañera de noches de insomnio frente a la tele y celebra en silencio la certeza de que, ahora o más tarde, te vas a distraer, vas a tropezar con una de sus gentilezas y vas a caer en la tela. Y teje. Y espera.

2 El tipo cree que es simple, le encantaría ser simple, pero es complejo. Si la cosa fuera un partido de ajedrez, sería el caballo, esa pieza que no sabemos muy bien cómo funciona hasta que entendemos la belleza de la versatilidad. El tipo avanza pero se corre, se mete pero deja un espacio. Parece que se va pero vuelve. A veces.

3 El tipo no porta cargo, ni apellido, ni pasado más o menos patricio, ni cuenta bancaria. El tipo se gana las cosas con la astucia del que tiene que. Si le preguntás, seguro te dice que no sabe cómo, pero lo cierto es que alguna vez aprendió a leer a la gente. Sí, a leerla. La mayor parte del tiempo puede descubrir sin mucho esfuerzo qué dicen los que callan y qué esconden los que no paran de hablar. Una habilidad por la que más de un analista político se mearía los pantalones. Lo que el tipo no se digna a aprender es que usarla sería mucho más barato que vivir agarrándose a trompadas.

4 El tipo conoce a las mujeres. No a una, a dos, a diez, el tipo se sabe de memoria ese pedazo de universo que misteriosamente comparten todas y que está hecho de papelitos, de flores secas, de olor a acetona, de letras de canciones malas y de tiempo, sobre todo de tiempo. Podría darle cátedra sobre esos bichos de voz crispada y rímel corrido a más de un sociólogo-especializado-en-problemáticas-de-género. Es que el tipo se cansó de ver a Penélopes en chancletas esperar por un Ulises que fue a salvar al mundo o a comprar cigarrillos y se olvidó el camino de regreso. Conoce de cerca cómo, unidas por el amor o el espanto o la envidia -poco importa-, forman esas cofradías que hacen que nunca falte el pan, el abrigo o las curitas. Y el tipo las (nos) conoce porque las (nos) escucha. No como el playboy que durante la primera cita sonríe y asiente con la cabeza y dice ajá ajá cada tanto mientras piensa si después del fútbol del martes le va a quedar tiempo para llevar a lavar el auto. No. El tipo escucha metódicamente y recuerda y seguro que de vez en cuando nos relojea las tetas, que después de todo el tipo es un tipo, vamos.

5 El tipo sabe hacer reir. Casi como un arma. Es capaz de meterse en terreno peligroso y salir ileso, decir las barbaridades más descaradas y conseguir una carcajada ahí donde cualquier hijo de vecino se haría acreedor de un bife.

6 Al tipo le encanta su rol. Le encanta ser EL tipo. No sabemos qué es lo que adora de esos ritos antiguos, pero está claro que no lo hace por pura pose, sino que realmente le sale así. Es el que te deja pasar, te abre la puerta, te cede el asiento y seguro te ayuda a cargar algo pesado. Y si estás atrapada en la mentira feminista de la liberación -esa donde sos una profesional independiente pero ganás menos que un tipo que hace tu mismo trabajo y además seguís lavando ropa, fregando pisos, criando hijos y ocupándote de estar depilada-, el tipo es una bocanada de aire fresco. Tiene algo de padre, es cierto. Pero si desde que tenemos memoria nos andamos haciendo cargo de plantas, mascotas y parejas, no está mal dejar que por una vez alguien nos alcance un saco si tenemos frío.

7 Cuando el tipo besa, la vida se vuelve una comedia romántica hollywoodense. Por lo menos por un rato. Podés estar en Corrientes y Callao a las seis de la tarde de un martes en el que llueve a cántaros y sentirte en cualquier esquina de Nueva York, en la fiesta de víspera de algún año nuevo de la década del 80. O en el Empire State en San Valentín. O en un bar de Manhattan donde un trompetista toca temas de Chet Baker y todo es vasos transpirados, penumbras y humo.

8 El tipo, naturalmente, es el tipo de otra. Otra le compra la miel para el tecito cuando está engripado, le elige el champú y le recuerda que se vence la prepaga. Con otra va al supermercado y tironea de la frazada a la noche. Y es otro, claro, el que se banca nuestros pies helados y nuestros platos estrellados contra el piso. Inoportuno pero inevitable, el tipo es una invitación al portador, un lujo secreto, un milagro prestado.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayer dejé un comentario en el post anterior, hoy lo dejo en este porque se perdió. Y porque realmente no es cuestión de brindar un punto de vista que nadie me pidió sobre un tema específico (aunque podría usar el de este post, y enunciar que el tipo es justo lo que me viene faltando hace unos meses), sino de dejarte saber que me encanta lo que hacés con las palabras.

Le tenés que pasar la url a tu kinesióloga, así termina de caer-cabeza-sobre-colinas por ti.

Abrazo, galletitas y good show.

la niña z dijo...

Anónimo: sus puntos de vista siempre son bienvenidos así que no los encanute y reparta. Mientras me sonrojo con el halago le cuento que larubia no existiría sin gente inspiradora como la autora de amorfoblog.blogspot.com. Pásese y verá lo que esa dama es capaz de hacer con las palabras. Pensándolo bien, mejor no se pase, que si la lee a ella, se enamora y no vuelve por acá nunca más.

PD: Revelar información altamente clasificada -key word: kinesióloga- es fatal para mantener el anonimato ;)

Protervo dijo...

Sounds like trouble.

la niña z dijo...

Chicks are always looking for trouble. Don´t they?

Protervo dijo...

aswell as boyz

Anónimo dijo...

En un intento por pasar al otro lado de la "brecha", espero que mi comentario salga a la luz!.
Solo por vos querida amiga he aqui mi esfuerzo tecnologico.

Siempre lo dije...sos grosa!!!

la niña z dijo...

Me debés el nombre! Igual me imagino quién está del otro lado de la brecha y me emociono con tu logro. Apocalípticos e integrados aplauden por igual.

Anónimo dijo...

Hace mucho que te vengo diciendo que estas en via de convertirte en una periodista y escritora de p..a madre, y cada vez que te leo lo ratifico.

PD: Que identificado me siento con este post.

Besos.