viernes, 24 de julio de 2009

A brand new real job (y qué quilombo que armaste, chiquita)

Hice enojar a (ahora ex) jefe megalómano con mi partida a la francesa.

Les di de qué hablar a los boludos de siempre.

Fui a cubrir mi primera conferencia de prensa de diputado electo y escribí mi primer (y espero que último) despacho para Política.

Miré cómo despegaba el Tango 01.

Le aconsejé a un cronista de C5N que usara medibachas por el frío.

Me enamoré de las pestañas imposibles de Mike Amigorena.

Le grité a alguien que no se lo merecía.

Puteé mucho.

Lloré más.

Tomé hectolitros de café.

Todavía no me echaron.


I think it´s working.




martes, 14 de julio de 2009

Facebúk y los esquimales

Cada vez que me preguntan si tengo Facebook, me guardo las ganas de contestar que las redes sociales son para gente con mucho tiempo y nostalgia de una mami que no les dio mucha bola cuando eran chicos. Sí, ya sé que hay excepciones. Sí, ya sé que los usuarios de Facebook piensan lo mismo de mí, que tengo un blog. Y qué. En un arbitrario acto de clasificación -todos lo son-, diría que los robertocarloswannabe se resumen en:

  • Veinteañeros mantenidos en frenesí salidor, abierto 7x24, todo el día, todos los días. Se prenden en la que sea con tal de no quedarse en la casa con su viejo mirando el noticiero.
  • Susanitas atravesando la crisis de los 30, desesperadas por concretar encuentros de solos y solas encuebiertos, con la secreta esperanza de dar con un compañero de secundario que ahora sea socio de un estudio de abogados importante y tenga un yate, seducirlo, casarse, tener muchos hijitos, asegurarse una herencia digna y comer perdices aunque esté de moda esa baba inmunda propia de esquimales del paleolítico*, que algunos coinciden en llamar sushi.
  • Tramposos crónicos de entre 30 y 40 buscando gatos con fotos en escote a punto de ebullición que se conformen con un auto y un buen stereo. Para eso, muchachos, van mejor los fotologs (aunque ojo con el estupro, que si el juez es mala onda, son de tres a seis años).
  • Espías de la CIA, el FBI, la Interpol, la Legión Extranjera, el Salón de la Justicia y la Buenos Aires 2, que fingen ser la vecinita de tu casa de la infancia para robarte todos tus datos y urdir un plan para conquistar el mundo.
  • Pinky y Cerebro, que fingen ser espías de la CIA, el FBI, la Interpol, la Legión Extranjera, el Salón de la Justicia y la Buenos Aires 2, que fingen ser la vecinita de tu casa de la infancia para robarte todos tus datos y urdir un plan para conquistar el mundo.

*Mi más profundo respeto a los esquimales, que tienen unas 16 palabras para nombrar la nieve, cuando nosotros -lacónicos- usamos sólo una. Aunque, pensándolo bien, eso es casi todo lo que tienen: la nieve, las dieciséis palabras para nombrarla, besos de nariz, iglúes, gamulanes y pescado frío.

sábado, 11 de julio de 2009

Let´s play

La camarada DeVezEnCuando me hizo una invitación y, como me siento por demás halagada, voy a dejar de dar vueltas y a cumplir con la consigna, que dice así:
Sin hacer trampa. Agarrás el libro que tenés más cerca y transcribís la quinta frase de la página 161.

Sin hacer trampa, miro alrededor y veo la tapa verde de Signos, lenguaje y conducta de Charles Morris. Agarro, voy a la página 161, busco la quinta frase y transcribo la idea completa porque me gustó el remate:

No es por cierto accidental que los hombres de ciencia de un momento dado se interesen sobremanera por obtener conocimiento acerca de los problemas de su tiempo; y si bien la ciencia no aprecia ni ordena una acción particular, el conocimiento que persigue es conocimiento significativo, es decir, la información que interesa para la ejecución de varios actos. Ningún hombre de ciencia se ha impuesto la tarea de medir las distancias entre la cúspide de la torre Eiffel y las lápidas de todos los cementerios de París.

Para seguir, invito a un flamante blogger y a uno que se colgó y hace rato que no escribe: Cuando contamos cuentos y Los archivos Pelusio, respectivamente.

martes, 7 de julio de 2009

Don´t kill me yet

En el laburo, recibo un sms: "Me gusta más pensar que tus llaves se fueron con mis anteojos a Las Vegas para poder casarse". Tengo sonrisa para todo el resto de la tarde.

domingo, 5 de julio de 2009

Kill me now

Perder las llaves es una de las formas más jodidamente pelotuda de complicarse la vida. Y estoy tan indignada que me voy a guardar todas las interpretaciones psicoanáliticas del hecho de que el llavero que perdí tenía no sólo las de mi flamante nidito de amor sino las de la casa de mis viejos, la del cajón de una oficina en la que trabajé y la del estuche de mi bajo, cosas que representan algo así como el 85% de mi historia.

sábado, 4 de julio de 2009

Burbujas

Unitarios o federales. River o Boca. Blanco o tinto. Perón o Balbín. Capital o provincia. El huevo o la gallina. La bolsa o la vida. Cara o cruz. Decidite, ¿de qué lado estás? Dicen que dijo uno que sabía, que en cada elección se esconde una renuncia. Ir al norte es no ir al sur, ni al este ni al oeste. Ir es no quedarse, y también es no volver. Y eso suena bien, mientras a uno no se le meta en la cabeza la loca idea de querer vivir todas las vidas.

Marilyn es de esas personas a las que un día se les rompió el calendario y la sangre se les llenó de burbujas. Una de esas personas a las que la necesidad de decidirse un día no les pareció tan razonable. O sí, les pareció razonable pero se dieron cuenta de que la razonabilidad no tenía nada que ver con ellas.

Ese día Marilyn se levantó de la cama, fue hasta la puerta, miró afuera y, antes de que la vieja de al lado saliera a barrer por enésima vez la misma baldosa, salió. Y caminó y caminó y algún desvelado escuchó sus taquitos arriba por Velez Sarsfield.

Los que la vieron doblar por Mitre dicen que Marilyn ese día se cansó de las opciones y quiso el pan y la torta, la chancha y los veinte, a Gardel, a Lepera y a toda la orquesta. Y salió a buscarlos. Y fue y vino, y volvió a ir y algunos cuentan que todavía no piensa quedase quieta.

Conozco a unos pibes a los que, como a la falsa rubia de Munro, la inquietud les corre como un gusanito por el brazo. Son unos muchachitos de casi treinta, que andan a veces disconformes, a veces tristes, a veces alegres, a veces muy alegres, a veces borrachos, a veces enojados, a veces cansados pero siempre siempre buena gente. Y como Marilyn, los pibes patean todos los días sin apuro pero con ganas rabiosas de andar todos los caminos. Que, después de todo, parece que de eso se trata un poco todo este asunto: de tener los pies en el barro pero no dejar nunca de mirar las estrellas.


Atropello Carregal presenta su disco "Marilyn Munro" hoy a las 22 en Club de Arte (Medrano 484).

miércoles, 1 de julio de 2009

Dígame licenciada

A vos, que cebaste mates interminables.


A vos, que aguantaste madrugadas.


A vos, que te cagaste de frío conmigo cuando había que salir a fumar al patio.


A vos, que conviviste con mi hipocondría dos veces por cuatrimestre.


A vos, que me amenazaste todas las veces que no di más y quise dejar.


A vos, que te arremangaste y agarraste apuntes aunque no sabías ni por dónde empezar sólo para demostrar que me estaba quejando de más.


A vos, que manejaste con encanto ignífugo la neurosis de la tesis.


A vos, que me prestaste tu casa, tu cama y me hiciste de comer.


A vos, que me inspiraste.


A vos, que me pediste ayuda porque sabés que ayudarte me hace bien.


A vos, que no tenías ni puta idea pero le pusiste onda lo mismo.


A vos, que escuchaste mis discursitos de ceño fruncido sobre la burocracia y el papel que no sirve para nada y me dejaste hablar al pedo y después dijiste: "Dale, seguí leyendo".


A vos, que preguntaste por Padre y pusiste la oreja y el hombro y el corazón y dijiste "para lo que necesites" y fue de verdad.


A vos, que deseaste suerte y después te acordaste y preguntaste cómo fue.


A vos, que estuviste.



A todos, gracias. Cada uno sabe por qué.


Y también a todos los que no aportaron absolutamente nada o se dedicaron a romper las pelotas, porque quedó más que claro que pude igual sin ustedes.