domingo, 24 de enero de 2010

Foul

me cago en todos los versos sobre las estrellas del mundo

en el cielo de terciopelo de los libros, en las constelaciones

en los escritores que se inspiran a las tres

en las putas que se acuestan a las seis

en las putas que se inspiran y que escriben

y en los escritores que putean


me cago en los murciélagos, los búhos,

en la desazón de los insomnes

en la coca light y la aspirina,

en los serenos que caminan la cornisa

de la vigilia en alpargatas

y en los deserenados


en resumen, el punto es que me cago

en esta oscuridad y sus criaturas

que ni acompañan ni divierten

que ni deprimen ni seducen

que ni acobardan ni cuestionan

y no es su culpa


me cago en que no importa hoy cuán hermosas

cuán fútiles, cuán conmovedoras sean

pueden si quieren morirse todas juntas

o más, levantarse en armas

que la noche va a seguir acá conmigo

insoportable y cruel hasta que vuelvas

miércoles, 20 de enero de 2010

Dar es dar

La idea de "ser querido" que maneja mi terapeuta es tan ecuménica que puede incluir en igual medida a Padre, a Marido y a mis dos gatos.

Esa mujer entendió TODO.

lunes, 18 de enero de 2010

Instrucciones para ser minita

A M. (Una ramera) y a los príncipes que

todavía andan dando vueltas por ahí



Advertir que el bondi viene lleno de gente con demasiados bolsos y bronceado de primera quincena de enero y odiarlos por adinerados pero más odiarlos porque son muchos, tienen olor a chivo y hace calor.


Pensar que la clave para no paranoiquearse es pretender que la victoria de la derecha en Chile no es una avanzada facha sobre América latina sino la forma que tiene la providencia de compensar el Universo después del triunfo de Mujica en Uruguay.


Que el viaje de vuelta a casa deje de tener sentido al caer en la cuenta de que no hay nadie esperando para decir “hola linda, cómo te fue hoy”.


Llegar y ver que el depósito del baño se convirtió en una versión pequeña y desmejorada de las cataratas del Niágara.


No encontrar la llave de paso del agua. O mejor: no tener ni idea de cómo debería lucir eso que toda casa tiene y que se llama “la llave de paso del agua”.


“Por lo menos sé cómo luce una llave de gas, una llave cruz, una llave inglesa, una llave allen y la llave de la puerta”, tratar de consolarse.


Que al menor de tus gatos se le ocurra que una rejilla es algo divertido y apropiado para jugar. Darte cuenta de que aún es pequeño y carece de sentido de la oportunidad. Perdonarlo.


Encontrar algo que parece “una llave en la pared que no pertenece a ninguna canilla” (Padre dixit). Cerrarlo. Que tu baño siga emulando una belleza natural, pero mal.


Seguir buscando y encontrar otra llave igual a la anterior pero muy abajo y muy atrás de todo. En serio, de TODO.


Que la aventura de cerrarla incluya una contusión en las costillas producida por un objeto punzante que quedaba en el camino.


Sudar. Llorar. Estar a tono con la liquidez del momento.


Que, finalmente, el agua pare.


Desarmar el depósito del baño y que una tuerca no se afloje porque está oxidada. Buscar la caja de herramientas, encontrar una pinza y arrancar la tuerca con un pedazo de tornillo y todo.


Darse cuenta de que un incompetente mal pago de esos que frecuenta el propietario usó hierro en lugar de bronce y que eso explique las dificultades extras.


Tomar medidas de contingencia que permitan abandonar la herejía de caminar sobre el agua.


Asumir que hasta aquí llego tu amor y elevar una plegaria al dios de las cañerías para que Rodolfo esté desocupado esta semana.


Que alguien finalmente se apiade de tu condición de minita en problemas y te haga salir de la espiral de llanto, ira y autocompasión.


Comer rico, pelearte porque no te dejan pagar, reírte, que te abran la puerta y te acompañen de vuelta.


No estar tan sola, after all.

sábado, 16 de enero de 2010

En el río la cara de los dos

Hoy quiero que sepas manejar. Y que tengamos auto (ni caro ni lindo, algo donde subirnos y que arranque). Y que nos levantemos y los bolsos estén armados y el tanque esté lleno.

Hoy quiero que el cielo esté celeste y abrir la ventanilla y que el viento me despeine. Y quiero ir tomando mate y escuchando música (sí, puede ser el Carpo, claro) y que no tengamos apuro por llegar a ningún lado.

Hoy quiero mañanas campestres.




Imagen: Cubeta

domingo, 3 de enero de 2010

Paren

Y háganme un favor: métanse sus mensajes optimistas en el orto.

Va a ser un año de mierda. Como el anterior, y el anterior, y el anterior, y el anterior, y el anterior, y el anterior, y el anterior, y el...

Creo que ya se entendió. Gracias.