martes, 27 de abril de 2010

Al corriente

Y resulta que el fulano del texto anterior hizo suficientes méritos para dejar de merecer el mote de "Imbécil" y pasar a llamarse, sin más preámbulos, "La nena".

Realmente no sabemos cómo es que no se lo pusimos antes.

martes, 13 de abril de 2010

Tampoco

Querida amiga:


Sabemos que él no te merece. Sabemos también que él lo sabe y que finge comentarios sobre cine japonés o música canaria (de las islas, no de los pájaros aunque qué lindos los pájaros y qué inútiles) para ocultarlo. Ese temita de la cultura-maquillaje, de gente pequeña que deja que grandes autores llenen sus blancos espirituales.


Sabemos también que ni siquiera coge. Porque suponte que tiene un adoquín en el pecho pero te coge que te la debo. Pero no.


Sabemos que tampoco es muy versado en las convenciones sociales que te hacen lucir sensible. Hola, cómo estás, cómo está tu hermano, te sentís bien, te ayudo, llamame si necesitás algo. No es tan difícil, basta seleccionar cualquiera de las frases anteriores al azar y practicar frente al espejo un rato. Igual, en el peor de los casos, puede que crea que no hacen falta, que él no las necesita porque el asunto pasa por otro lado.


Y ahí vamos al tema de los lugares. Capaz él cree que “su lugar” en tu vida es otro. ¿Otro cuál? ¿Acaso uno quiere a alguien para que no te pregunte cómo estás o te ofrezca su oreja o su pecho o su pito tan siquiera? Ese lugar –el de no preguntar, el de demandar todo el tiempo- está bien para un jefe o para un hijo. Ya tenemos del primero y pasamos del segundo. ¿De qué lugar me hablás?


Te decía, sabemos que él no te merece y sabemos que tampoco se merece un buen final, un happy ending de drama de director húngaro un martes a las 2 am por Isat, con los protagonistas bellos, etéreos, cruzando miradas vidriosas en los andenes opuestos de una estación donde empieza a nevar. Sabemos que nada en él merece esa falsa belleza de celuloide que no existe más y mucho menos se merece la tuya, tan verdadera y brutal y encendida. Tampoco.

jueves, 1 de abril de 2010

Y qué

No sé vos, pero yo me enfiestaría con los hermanos Salvatore all-night-long.