viernes, 26 de junio de 2009

Pelusita

El frío alfiletea y no hay bufanda lo suficientemente larga. Hoy los automovilistas están demasiado prepotentes, los viajeros de subte están demasiado amontonados, las viejas chotas están demasiado viejas y demasiado chotas y los que dudan a la hora de combinar están demasiado inseguros. Hoy el mundo es demasiado y la cabeza se te quedó sin pilas. Pero qué carajo importa todo eso si cuando finalmente llegás, la pelusa enana te saluda nariz con nariz, te moquea con ruido a tractorcito, te regala la panza rosa y te convence de que sí, de que podés, de que dale, che, que no es para tanto.

2 comentarios:

Peccata Minuta... dijo...

Ruido a tractorcito!!!!! Las cosas más simples a veces son las que nos salvan...

la niña z dijo...

:-) Nada más cierto.