domingo, 15 de agosto de 2010

Fragmentos de cartas que nunca voy a escribir I

Quiero que sepas que sufro de un extraño tipo de mutismo selectivo que me deja totalmente paralizada cuando me cruzo con un tipo lindo. Me quedo muda. Pero literalmente muda. Muda mal. Muda estatua. No puedo hablar, no puedo mirarlo, no puedo siquiera pensar en mirarlo, no puedo moverme y cuando finalmente puedo, aprovecho ese instante de lucidez para alejarme del sujeto en cuestión y tratar de seguir con mi vida de una manera más o menos normal. O aunque sea, poco sospechosa. Así que la próxima vez que pienses que soy una conchuda que se cree la gran cosa porque no te saludo, no te miro, no te hablo, no te escucho cuando hablás, no me río de tus chistes o directamente abandono el espacio que estamos compartiendo, por favor acordate de esto y entendé que es porque me parecés muy-muy-muy bello. Gracias.

domingo, 8 de agosto de 2010

Uno veinticinco por favor

Elconurbano de noche tiene esa cosa de abandono, de venirse a menos, de pueblo fantasma donde lo único que quedan son las luces azules de las teles encendidas a través de las ventanas. Las calles van envueltas en una penumbra ocre que sale de los faroles redondísimos como lunas particulares, al por mayor, de a tres o cuatro por cuadra.

De vez en cuando un quiosco, un estacionamiento, hasta una carpintería, y en el mientras tanto filas y filas de casas en las que parece que no vive nunca nadie. Será que Elconurbano es un gran Truman show al que la gente va de día, será que todos son extras que se peinan para salir en tele si las noticias, si es que acaso algún robo, alguna colegiala violada.

Pero Elconurbano también son los árboles indisciplinados, los conocidos que se encuentran en el bondi, el automovilista que se persigna cuando lo sorprende el monolito de la virgen, el pasacalle hiperglucémico, el quinceañero sartreano de los ojos delineados y sobre todo los perros, esos perros sin apellido que te ignoran en todas las ochavas.