Una mina que te pide por favor si le cuidás el lugar en la cola del súper mientras ella va a buscar “dos o tres cositas” y vuelve veinte minutos después con otro canasto que rebasa de todo tipo de productos, ninguno de primera necesidad.
Un tipo que le reclama con vehemencia cinco centavos de un vuelto a la cajera de una panadería.
Un viejo en la misma panadería, que se cuela sin disimulo ni vergüenza e increpa a la misma cajera para que le cobre rápido.
Un conductor a bordo de una camioneta último modelo que dobla en la esquina de una avenida doble mano y amenaza con embestir a unas siete personas por no respetar la prioridad de peatón.
Un pibe pasado de vueltas que le pega a la novia todas las noches y pone la música fuerte como si de esa forma nadie se diera cuenta.
Videla.
Visite Belgrano, el barrio que eligen los miserables para vivir.
2 comentarios:
Me gusta este post.
Por desgracía ese tipo de cosas pasan muy, muy seguido.
Si fuera cajera tendría armas debajo del mostrador para amenazar a los que me increpen.
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