viernes, 26 de febrero de 2010

La revolución del documento

- ¿Viste el hijo de la hermana de P., el que nació hace poco? ¿Sabés cómo se llama? Ernesto.

- ¿Como Guevara?

- Sip. ¿Y el hijo de H., el que va a nacer ahora?

- No sé... ¿Cienfuegos?

- Exacto, Camilo. ¿¡Qué les pasa!?

- ...

- Che, ¿y si tenemos un hijo y le ponemos Juan Domingo?

- Nah, mirá si nace sin manos.

jueves, 25 de febrero de 2010

Blackbird

Y ahora resulta que la que suscribe es soprano (y asumo que cuando escribo "soprano", el 90% de ustedes se imagina a una señora gorda, de rulos, vestida con una túnica, que con sólo abrir la boca hace estallar los vidrios de sus casas).


La cita con los agudos es todos los martes a las 2. Llevaremos brújula.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Al acecho

- El otro día venía de un bar y se nos subió al auto una pendeja. En un momento escucho que le pregunta a Gonza “¿me puedo dormir sobre tu hombro?” y Gonzalo le explicó que no, que tenía novia, que cualquiera. Pobre, me dio pena la minita. La gente así es patética.

- ¿Así cómo? ¿stalker?

- Sí, patético.

- Pero si no te gustan que te stalkeen, ¿cómo estás conmigo? Si yo te tuve que perseguir durante meses para que me dieras bola.

- Es que vos tenés estilo.

viernes, 5 de febrero de 2010

Confusión III

Y resulta que la mina queda embarazada y espera que la feliciten. Quedar embarazada no es un logro, es la posibilidad que -en la mayoría de los casos- la naturaleza te brinda por default.

No obstante, hay otros que mes a mes invertimos tiempo, dinero y esfuerzo en métodos para no concebir. Pensalo: los felicitados debiéramos ser nosotros.